La
premiada a mejor película independiente en el festival de los Blogos de Oro ha sido para los catalanes Caye Casas y Albert Pintó, quienes
debutan en la dirección de largometrajes con este interesante film
que lleva por nombre “Matar a Dios”. Una película perfectamente
adaptable al teatro puesto que cuenta con tan solo cinco personajes y
un único escenario; y que a su vez hace una mezcla de dos géneros, comedia
y terror, junto a un trasfondo dramático.
Una
familia se prepara para celebrar el fin de año en una aislada casa
en medio del bosque, cuando irrumpe un misterioso vagabundo que dice
ser Dios y amenaza con exterminar a la especie humana al amanecer.
Sólo se salvarán dos personas, y ellos han sido los elegidos para
escoger a esos dos únicos supervivientes.
Matar
a Dios parte de un presupuesto limitado que pasa totalmente
desapercibido por esos ingeniosos, a la par que irónicos, diálogos
cargados de comedia que logran mantener la tensión a lo largo de la
película. En ocasiones hacen uso de toques gore que en mi opinión no
encajan del todo con el estilo de la película ya que le quitan
cierta veracidad a la historia.
Empezamos
con una descripción de personajes algo clichés que se van solapando
con el tiempo gracias a esos actores que se vuelcan por completo en su papel. Destaco a Emilio Gavira -el Dios vagabundo-
como la mejor caracterización del supuesto creador del universo. Su
aparición en escena es escasa comparada con el resto pero aun así
logra dejar huella con una impresionante interpretación.