Como parte del Jurado de la Crítica en la #64Seminci tuve la oportunidad de ver la película "La vida invisible de Eurídice Gusmão" una adaptación de la novela de Martha Batalha, dirigida por Karim Aïnouz y ganadora en el Festival de Cannes a Mejor Película en Un Certain Regard.
Eurídice, de 18 años, y Guida, de 20 años, son dos hermanas que viven inmersas en una vida tradicional, donde cada una alimenta un sueño. Mientras Guida (Julia Stockler) tiene en su hermana pequeña una fiel confidente de sus aventuras románticas, Eurídice (Carol Duarte) encuentra en su enérgica hermana mayor el aliento que necesita para perseguir su sueño de convertirse en pianista profesional.
Eurídice, de 18 años, y Guida, de 20 años, son dos hermanas que viven inmersas en una vida tradicional, donde cada una alimenta un sueño. Mientras Guida (Julia Stockler) tiene en su hermana pequeña una fiel confidente de sus aventuras románticas, Eurídice (Carol Duarte) encuentra en su enérgica hermana mayor el aliento que necesita para perseguir su sueño de convertirse en pianista profesional.
La vida invisible de Eurídice Gusmão, aparenta ser un melodrama comercial más, a cargo de una superproducción con gran presupuesto. No obstante, la sensación que deja tras su visualización es totalmente diferente. Una historia con marca de empoderamiento femenino ambienta en el Brasil de los años 50, con un ritmo fluido y llevadero gracias al buen uso de las elipsis, unas actuaciones merecedoras de un Premio a Mejor Interpretación, y una fotografía clásica llena del color tropical de Río de Janeiro.