GOYA 2017

España celebró ayer la gran fiesta del cine, los premios Goya numero 31, de la cual destaco el gran acierto de contar con una orquesta en directo.

Fue mi querido Alejandro Amenábar, junto a Penelope Cruz, quien otorgó a Tarde para la ira el aclamado premio por mejor película, algo sorprendente después de que Un monstruo vienea verme, de J.A. Bayona, arrasara con 9 galardones finales. Por otro lado, Emma Suárez que competía con actrices tales como Sigourney Weaver o Carmen Machi, y que consiguió llevarse los dos Goya de las dos candidaturas a las que estaba nominada. Que decir del mejor cortometraje de ficción, algo esperado tras ser premiado en Cannes y ser nominada en los Oscars. Sorprendida quedo por el premio a mejor actriz revelación, no por quien se lo llevó sino porque hacia mucho tiempo que no veía a alguien subir a recoger su galardón tan emocionado y con tantísima naturalidad y cercanía.



En cuanto al discurso de Ana Belén, majestuoso. Un tanto pesado, sí, pero tan necesario que sobran palabras. Al igual que los emotivos agradecimientos de Carlos Santos, que tuvo que engordar 10 kilos y raparse la cabeza para meterse en su personaje, hacia su hermana fallecida de cáncer.

Ah, se me olvidaba mencionar momentos tales como... la falta de agua a la hora de los discursos, los zascas a Dani Rovira, los grandes fallos de realización, la dudosa imagen de Bayona (o su hermano gemelo), el beso entre Karra Elejalde y Dani Rovira... y demás momentazos que tienen los directos.