Rodrigo Sorogoyen, con grandes éxitos a sus espaldas como El Reino, Que Dios nos perdone o Stockholm, quiso ir más allá de lo establecido en el mundo cinematográfico con la filmación de Madre. Una intrigante historia con el cual volvió a ganar un Goya en 2018; además, de ser nominado al mejor corto de ficción en los Oscar.
Madre narra una cotidiana conversación entre madre hija que acaba convirtiéndose en una angustiosa situación cuando reciben la llamada de Iván, el hijo de 6 años de Marta que se encuentra perdido en una desconocida playa de Francia, o España. A su alrededor solo puede observar cómo se extiende la infinidad del mar y la arena.
Alex de Pablos, director de fotografía, hace uso de un plano secuencia, cargado de travellings y paneos, con la ayuda de un objetivo gran angular. Logra con ello generar un acercamiento hacia Marta y dejar fuera de plano a Iván. Este arriesgado recurso permite que la mente del espectador sea quien construya ese contraplano inexistente, acentuando así la angustia, desesperación y pánico por la que está pasando nuestra protagonista.
Destacable la expresividad tan natural de Marta Nieto quién plasma mediante su cuerpo (voz, gesticulación, ojos) el miedo, la histeria... Sentimientos de una madre ante la situación de no saber dónde diablos se encuentra su hijo.